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Fallece Fausto, el aficionado del paraguas

Tema en 'Actualidad del Hércules C.F.' iniciado por 4822, 8 Ene 2016.

  1. 4822

    4822 Usuario de Europa league

  2. Idella

    Idella Usuario de Tercera

    Toda la vida oyéndolo, se hará notar su ausencia. D.E.P
     
  3. LosCuriosos

    LosCuriosos Usuario de Primera

    Uno de los grandes. Fauna autóctona...

    DEP
     
    A Terratrèmol le gusta esto.
  4. RaSTaPaRiX

    RaSTaPaRiX Usuario de Champions league Miembro del equipo

    De esas personas que daban valor a vivir el fútbol desde la grada del Rico Pérez.
    Descanse en paz
     
  5. Heracles27

    Heracles27 Usuario de Champions league

  6. Esculapio.lopez

    Esculapio.lopez Usuario de Champions league

     
  7. Terratrèmol

    Terratrèmol Usuario de Primera

    Descanse en paz Fausto, sus gritos de Hércules,Hércules,Hércules!!! seguirán resonando en el estadio.
     
  8. Tonet

    Tonet Usuario de Preferente

    DEP una verdadera pena, de esas personas y aficionados que hacen club, que dicen que este club, algun dia fue CLUB, fue historico, como me gustaba verlo por el fondo norte en mis primeros años como herculano con Las Banderas, no me gustaria olvidar desde estas.lineas a TITO.
    LA LEYENDA CONTINUA!
     
  9. Heracles27

    Heracles27 Usuario de Champions league


    El hincha del paraguas que enfureció a Ramallets
    TONI CABOT 09.01.2016 | 01:05
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    Recogepelotas a los 13 años, aficionado incondicional del Hércules siempre. Fausto Saura, conocido como el hincha del paraguas.

    Fácilmente reconocible, con su inseparable paraguas blanco y azul, el grito de «Hércules, Hércules» brotaba inconfundible de su garganta desde la esquina del parking (el pequeño Maracaná) hasta la puerta cero, minutos antes de entrar en el campo. Era el ritual de Fausto, figura emblemática de la hinchada herculana. Conocido en todos los rincones del Rico Pérez como «el aficionado del paraguas», su voz penetrante se hizo un hueco entre el trasiego de los prolegómenos de todos y cada uno de los encuentros que el Hércules, su Hércules, disputaba en el Rico Pérez, antes de tomar asiento, mejor dicho, de iniciar su constante deambular por la grada norte.

    La inquebrantable afición de Fausto por el Hércules venía de lejos. Siendo un niño se buscó la vida para ver el fútbol de cerca como recogepelotas en Bardin. Corría el año 54, y el Hércules se había hecho un hueco en Primera División tras coronar el último ascenso en el coqueto estadio que construyó el empresario francés. Posteriormente, en La Viña, con trece años, ejerciendo como recogepelotas, se encaró con Kubala y enfureció a Ramallets al negarse a devolver un balón en los minutos finales del Hércules-FC Barcelona, para colaborar con el triunfo alicantino haciendo valer el solitario gol anotado por Xirau.

    Fiel a la cita de cada quince días en Alicante, Fausto destacó entre la hinchada por su apoyo constante, paraguas en mano. Sus emotivas lágrimas, tanto en las decepciones como en los momentos de celebración, acabaron convirtiéndose en una estampa clásica entre el herculanismo, donde se erigió en figura popular. Los disgustos ocasionados por la trayectoria deportiva del club en distintas etapas le llevaron a alejarse algún tiempo del estadio, pero siempre acababa regresando, incapaz de romper el vínculo.

    Alicantino de nacimiento, Fausto trabajó como botones en el hotel Carlton antes de formar parte de la legión de emigrantes que tuvo que salir del país en los años cincuenta. Su destino fue Suiza, donde siguió vinculado al sector hotelero. A su regreso prestó servicios en la empresa alicantina Auriga y, posteriormente y hasta su jubilación, como conserje del Real Club de Regatas de Alicante.

    Futbolistas legendarios del Hércules como Ernesto Llobregat lamentaban ayer la pérdida del conocido hincha. «En mi etapa, aprovechando que trabajaba en una compañía de alquiler de coches, venía a despedirnos al aeropuerto cada vez que viajábamos en avión. Fue un seguidor incondicional», recuerda Ernesto.
     

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